¿Hay algo que hacer ante un rebrote de CoVid-19?
Hoy día continúa siendo noticia el Coronavirus, actualmente con brotes en varias partes del país y en el resto del mundo.
El sentido común hace pensar en una serie de medidas aprendidas durante el aislamiento social: el uso de mascarillas, mantener las distancias de seguridad, evitar aglomeraciones y el lavado frecuente de manos.
Pero, hay otras muchas cosas que podemos hacer con nuestra nutrición y preparar así nuestro cuerpo para los meses de invierno con el advenimiento de la temporada de gripe y tal vez coronavirus.
Hay quien ha planteado la posibilidad de adelantar la campaña de vacunación contra la gripe, en mi opinión es algo que solo los expertos que llevan meses trabajando cara a cara con el virus podrán determinar.
Nuestro punto de vista
Centrémonos en lo importante, el riesgo es un hecho, ¿qué medidas tomar?:
• Dormir 8 horas o más.
• Ejercicio físico (práctica regular de intensidad moderada).
• Hidratación adecuada.
• Uso de probióticos.
• Manejo del estrés (romper relación estrés-cortisol).
• Elegir alimentos funcionales (que sean útiles, habituales y aporten beneficios para la salud).
• Vacunación.
• Evitar alcohol y otras drogas.
• Abandonar el tabaquismo.
• Higiene personal.
• Lactancia materna.
• Analíticas que midan la función inmunológica.
Hablemos de solo dos de los elementos antes mencionados sin restar importancia a ninguno de ellos, todos de gran impacto en la salud inmunológica:
1. Elegir alimentos funcionales (que sean útiles, habituales y aporten beneficios para la salud). Quizá sea este tópico donde más acostumbrados estemos a escuchar referencias de médicos y nutricionistas, pero aún así conviene refrescar las ventajas:
- Son los que contienen algún nutriente o sustancia que, además de nutrir, proporciona un efecto beneficioso para la salud y, por tanto, una mejor calidad de vida.
Algunos ejemplos:
- Productos de avena contienen psyllium, ayudan a reducir el colesterol y los niveles de riesgo cardíaco.
- Los de soja, reduce los niveles de colesterol y el riesgo de enfermedad cardíaca.
- Los pescados grasos, contienen ácidos grasos omega-3 que pueden prevenir el accidente cerebrovascular y la enfermedad cardíaca.
- El jugo de arándano reduce el riesgo de infecciones del tracto urinario.
- Salsa de tomate y productos cocidos de tomate, contienen licopeno que ayudan a proteger ciertos tipos de cáncer.
- El vino tinto contiene resveratrol y polifenoles que son buenos para proteger contra enfermedades del corazón.
- El té negro y verde tienen un efecto preventivo del cáncer.
- El yogur contiene probióticos, que tienen efectos beneficiosos sobre la función gastrointestinal y la inmunidad.
- Las cebollas y el trigo, los plátanos y la alcachofa de Jerusalén («sunchokes»), el ajo y una gran variedad de frutas y verduras contienen oligosacáridos que ayudan a prevenir el estreñimiento, protegen la función del hígado, reducen la presión arterial y el colesterol sérico y pueden tener un efecto contra el cáncer. También pueden desempeñar un papel en la prevención de la osteoporosis.
- Alimentos bajos en grasa (por ejemplo, queso, carnes, pescados, productos lácteos) son bajos en grasa total y grasa saturada y ayudan a reducir el riesgo de cáncer y enfermedades coronarias.
2. Analíticas que midan la función inmunológica: Resulta de vital importancia valorar el estado de vitaminas y minerales a través de un examen de sangre.
- ZINC: su carencia abre las puertas a diversos problemas de salud. Como señala el National Institutes of Health, conlleva la caída del cabello, diarreas, lesiones en los ojos y la piel y pérdida de apetito. Además, puede provocar pérdida de peso, problemas de cicatrización de heridas, disminución del sentido del gusto, reducción de los niveles de concentración y causa impotencia en los hombres. Se caracteriza por una gran biodisponibilidad dietética, en tanto que está presente en un amplio espectro de alimentos, muchos de ellos asiduos en nuestras mesas. ¿Cuáles son? Mariscos. Los mejillones, los cangrejos, las almejas y los camarones son los frutos del mar que contienen más zinc. Aunque el liderazgo lo tienen la ostras, que aportan en torno a unos 70 miligramos cada 100 gramos. Carnes. La carne magra de vaca, el cerdo, el cordero y las aves de corral, sobre todo el corte de los muslos, son una copiosa fuente de zinc. Por su parte, el hígado, principalmente el de ternera, sobresale por el aporte de este mineral, con 7.3 miligramos por cada 100 gramos. Lácteos. El queso, los yogures y la leche son los integrantes de este saludable grupo que más contribuyen a incrementar los niveles de zinc. Legumbres, yema de huevo, pipas de calabaza y frutas-
- Vitamina D: Varios estudios observacionales sugieren una deficiencia en diversas infecciones respiratorias como la tuberculosis y en menor medida en neumonía.
- Vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda a combatir infecciones. Al igual que la Vitamina D, su ausencia se ha relacionado con una respuesta inmune deteriorada produciéndose alteraciones en la inmunidad celular, humoral y en la función fagocítica. Estimula la producción de inmunoglobulinas mejorando toda la respuesta inmunitaria en su conjunto.
- Complejo vitaminas grupo B: Vitamina B6: es vital para soportar las reacciones bioquímicas en el sistema inmune; su déficit da lugar a una atrofia linfoide y una alteración en la respuesta humoral. Vitamina B12: es esencial en la síntesis de ácidos nucleicos y su déficit produce una disminución de células NK y de linfocitos CD8T.
- Vitamina A. Su déficit implica una alteración de la inmunidad innata mediada por células y de la secreción de anticuerpos. Consumir alimentos ricos en vitamina A y betacarotenos: camote, zapallo, zanahoria, papaya, etc.
- Vitamina C. Es considerada la vitamina antioxidante por excelencia y con mejoría en muchas funciones, aun así, no se produce en nuestro cuerpo, necesita ser ingerida externamente, con respecto a la inmunología los niveles de vitamina C en los pulmones son 30 veces más elevados que en la sangre, las personas fumadoras deberían consumirla, muchas infecciones conducen a un agotamiento de los niveles en el cuerpo y en general disminuye la duración y gravedad de las infecciones respiratorias. Alimentos con vitamina C: cítricos (naranja, mandarina, limones, piñas), fresas, arándanos, pimientos, brócoli, kiwi etc.
- Selenio. mejora el sistema inmunitario. El selenio está presente en diversos alimentos como frutos secos, pescado, carne, vísceras o carne de ave.
Conclusiones:
No deje que le sorprenda una nueva ola de contagios, visite su médico habitual ahora, pida su analítica de vitaminas y minerales, garantizando de esta manera un estado óptimo de sus defensas. Nuestros profesionales le sabrán recomendar los suplementos, consejos y la alimentación adecuada.
Central Médica siempre cuidando de los tuyos.