Descubre los mitos y verdades sobre los tratamientos con láser durante los meses de sol y calor, y qué debes saber antes de someterte a uno.

¿Es seguro hacerse un láser facial en verano?
Esta es una de las preguntas más comunes que recibimos en consulta estética durante los meses de junio, julio y agosto. Muchos pacientes piensan que deben suspender todos los tratamientos con láser cuando llega el calor, pero la realidad es más matizada.

En Central Médica, como profesionales de la medicina estética, sabemos que no todos los láseres son iguales, ni todos los tratamientos tienen el mismo nivel de agresividad sobre la piel. Por eso, conviene entender qué tipos de láser existen, qué precauciones tomar y cuáles son seguros en esta época del año.

Tipos de láser y su compatibilidad con el verano

Existen diferentes tecnologías de láser facial, y cada una tiene indicaciones específicas y diferentes niveles de agresividad en la piel:

• Láser de CO2 fraccionado: Es uno de los más potentes, con efecto ablativo. Produce una renovación profunda de la piel y no se recomienda en verano, ya que aumenta considerablemente la fotosensibilidad. Se aconseja realizarlo en otoño o invierno.

• Láser IPL (Luz Pulsada Intensa): Es versátil y eficaz para manchas, rojeces y mejorar la textura de la piel. Aunque su uso en verano no está prohibido, debe realizarse con extrema precaución, evitando la exposición solar directa antes y después del tratamiento.

• Láser de diodo o láseres vasculares suaves: Para tratar pequeñas venitas o estimular el colágeno sin daño térmico importante. Algunos dispositivos modernos permiten su uso en verano, siempre bajo estricto control médico y con fototipos de piel bajos.

¿Qué riesgos existen al hacerse un láser en verano?

El principal problema es la fotosensibilidad de la piel tras un tratamiento con láser. Exponerse al sol antes o después puede provocar:

• Hiperpigmentación o manchas oscuras.

• Inflamación o eritema persistente.

• Daño a la barrera cutánea o incluso quemaduras superficiales.

Por eso, la clave no es tanto evitar el láser, sino personalizar el protocolo, adaptando el tipo de láser, la intensidad y las recomendaciones post-tratamiento al paciente y al contexto estacional.

Cuidados imprescindibles si te haces un láser facial en verano

Si decides realizarte un tratamiento con láser durante los meses de calor, estos cuidados son obligatorios para evitar complicaciones:

1. No tomar el sol 10-15 días antes y después del tratamiento.

2. Usar protector solar FPS 50+ diariamente, incluso en días nublados.

3. Evitar el uso de autobronceadores o peelings químicos previos.

4. Aplicar productos calmantes como aloe vera o cremas regeneradoras tras la sesión.

5. Evitar saunas, piscinas y ejercicio intenso las primeras 48 horas.

Mitos frecuentes sobre el láser en verano

“No se puede hacer ningún tipo de láser en verano” → Falso. Algunos sí son compatibles, con precaución.

“Si me hago láser en verano me saldrán manchas” → No necesariamente. Depende del tipo de láser, de tu piel, del profesional que te trate y de tus cuidados post-tratamiento.

“Mejor espero al invierno para todo” → Dependerá del objetivo estético y del calendario de cada paciente. A veces esperar no es necesario ni recomendable.

 

Los tratamientos con láser facial no están contraindicados de forma absoluta en verano, pero requieren un abordaje médico responsable, con una evaluación individualizada de cada caso. En Central Médica trabajamos con equipos seguros y actualizados, capaces de adaptarse a todas las épocas del año, siempre y cuando el paciente siga las indicaciones al pie de la letra.

Consulta siempre con un médico especialista en estética facial antes de tomar la decisión, y nunca pongas en riesgo tu piel por una mala práctica o una desinformación generalizada.